Hay muchos factores que influyen en el precio final de los vinos, desde la plantación y el mantenimiento de un viñedo, hasta la logística necesaria para llevar las botellas hasta nuestros estantes.

Además, también hay ciertas prácticas que abaratan enormemente el precio final, y no por ello hacen que el vino no sea de una gran calidad. Por ejemplo, existen cepas que dan una gran cantidad de fruto, terrenos que ayudan a crecer los racimos, vinos que no pasan por barrica o bodegas que realizan la vendimia a máquina.

Al final, lo único que importa al probar un vino es si nos gusta o no, y si hemos quedado satisfechos con lo que comúnmente se denomina relación precio/disfrute.

 Y es que el vino puede acompañarnos en cualquier ocasión, desde una fresca copa de un vino blanco como el Milflores en una terraza tomando el sol, hasta un sabroso tinto con crianza en barrica como el Torres Coronas durante una cena con amigos. Así que pásate por nuestra bodega y llévate el vino que mejor vaya contigo.

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Vinos que le encantarán a tu paladar y a tu bolsillo.


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