Nuestro país tiene entre sus peculiaridades cerveceras, la de contar con un gran número de adeptos a la cerveza sin alcohol, lo que nos sitúa tanto en consumo como en producción en una cuota cercana al 15% del total del volumen del mercado, muy por encima de los países de nuestro entorno.
Hay que tener en cuenta que esta categoría de cervezas 'sin alcohol' abarca las denominadas 'sin' y también las conocidas como '0,0', siendo estas últimas las que más vitalidad están mostrando en cuanto a nuevos lanzamientos por parte de las compañías del sector.
Pero como decimos, actualmente y desde un punto de vista estrictamente legal, unas y otras se encuentran en la misma categoría, la de las cervezas sin alcohol, y por ello deben cumplir estas dos condiciones:
- Ser una bebida resultante de la fermentación mediante levaduras seleccionadas de un mosto cervecero elaborado a partir de materias primas naturales.
- Tener un contenido alcohólico inferior al 1% del volumen.
Sin embargo y a pesar de compartir el mismo espacio legal, los fabricantes diferencian claramente ambos grupos -sin y 0,0- en su etiquetado. Inevitablemente surge entonces la pregunta: ¿es real esa diferencia entre ambas?
La respuesta es que sí, veamos por qué.
Mientras que la gran mayoría de las cervezas "sin" ofrecen un contenido alcohólico cercano al límite legal del 1% (por ejemplo 0,9%), las "0’0" están por debajo del 0,05%, lo que significa una cantidad ínfima de alcohol que podríamos equiparar a las famosas “trazas” de algunos alimentos que aparecen en la elaboración de otros.
Por tanto y volviendo a la pregunta de partida, las cervezas "0,0" sí que tienen algo de alcohol, aunque una cantidad tan reducida que resultaría prácticamente imposible alcanzar un estado de ebriedad por mucha cantidad que bebamos.
¿Y por qué no tenemos una cerveza absolutamente libre de alcohol?
¿Y por qué no tenemos una cerveza absolutamente libre de alcohol?
Para responder a esta pregunta comencemos por ver los dos métodos más utilizados para elaborar cerveza sin alcohol:
- La elaboración mediante fermentación controlada, en la que se crean las condiciones de tiempo y temperatura para evitar que la levadura fermente una gran cantidad de azúcares del cereal.
- La elaboración según el método habitual para cervezas con alcohol, con la posterior evaporación de este elevando la temperatura del líquido obtenido.
Siendo ambos métodos muy eficaces para reducir el alcohol, todavía hoy no resulta viable producir una bebida fermentada
(condición necesaria para que se pueda denominar 'cerveza') eliminando el 100% del alcohol, pero las opciones disponibles de "sin" y "0,0" pueden cubrir con creces las necesidades de aquellos que no quieren o no pueden ingerir alcohol.
Para que nos hagamos una idea: 100 botellas de una cerveza "0,0" equivaldrían a 1 botella de cualquiera de nuestras cervezas de mayor consumo, mientras que, si se trata de una "sin", la equivalencia alcohólica podría bajar hasta las 5 o 6 botellas.
Como siempre, nuestro consejo es disfrutar de la cerveza con moderación, atendiendo a nuestras circunstancias personales y haciéndola compatible con pautas básicas de vida sana.