Sin embargo, cada vez es más frecuente encontrar tanto en barril como en botella o lata esas mezclas ya elaboradas y etiquetadas como “radler”, término adoptado para la bebida de cerveza con limón cuyo origen se sitúa en Alemania hace casi un siglo. La idea de combinar el sabor de la adorada y tradicional cerveza con un refresco que rebajara su contenido alcohólico y potenciara aún más la sensación de frescor causó furor entonces, especialmente entre los ciclistas aficionados que recorrían la campiña bávara. De ahí surge el nombre de radler, con el que en alemán se hace referencia de manera coloquial a los ciclistas.
Originalmente una radler mezclaba cerveza con limón a partes iguales aunque al hacerlo manualmente el resultado no era siempre idéntico. Hoy los porcentajes más habituales en las radler embotelladas o de barril suelen ser del 60% de cerveza y el 40% de refresco de limón, dando como resultado una bebida cuyo contenido alcohólico se sitúa en torno al 3%, de amargor más moderado que el de la cerveza con la que se elabora y con un punto extra de frescor gracias a las notas cítricas que aporta el refresco utilizado.
Todas estas características hacen de las radler unas cervezas ideales para consumir durante el periodo estival, permitiéndonos incrementar la cantidad que bebemos pero manteniendo a la vez la necesaria moderación en la ingesta alcohólica y sobre todo refrescando nuestro paladar.
Además, son una excelente compañía para muchos de los platos típicos de esta estación, maridando muy bien con ensaladas, pescados a la plancha, mariscos y todo tipo de frituras.
Casi todas las grandes marcas cerveceras nos ofrecen hoy su versión de este estilo. Entre ellas San Miguel Radler, con 3,2% de alcohol y elaborada con zumo natural de limón, y Amstel Radler, con tan solo un 2% de graduación al rebajar el porcentaje de cerveza de la mezcla hasta el 40%. Para los que aún quieren reducir más el contenido alcohólico ambas marcas ofrecen su versión Radler 0,0.
Aunque identificadas con diferente nombre, las “shandy” son también combinaciones de cerveza con limón aunque en ellas la proporción de refresco suele ser mucho más elevada y por tanto el sabor de la cerveza resulta menos protagonista. Su origen está en el mundo anglosajón y hoy es fácil encontrarlas en muchos países del mundo. Como ejemplo de ello en nuestros lineales podemos encontrar Shandy Cruzcampo, elaborada con esta cerveza sevillana y aroma de limón y con menos de un 1% de alcohol.
Clara, shandy o radler, la elección está en tu mano. Disfrútalas como siempre con moderación y seguro que te ayudan a contrarrestar los calores del verano.
¡Salud!
Julio Cerezo - Beer Sommelier
Director de Sabeer Academia de la Cerveza