Cerveza con Tequila: La bebida perfecta para estas Navidades

Julio Cerezo - Beer Sommelier
Director de Sabeer Academia de la Cerveza

 La cerveza nos ofrece una enorme diversidad de estilos gracias al número casi infinito de combinaciones que podemos llevar a cabo a partir de sus 4 ingredientes básicos -agua, malta de cebada, lúpulo y levadura- y las variaciones de cada receta en cuanto a proporciones, tiempos y temperaturas de maceración y cocción.

Ya hemos comentado alguna vez como la diferente composición mineral entre el agua de una región y otra influye decisivamente en los procesos de elaboración y por ello en el sabor final de la cerveza. Lo mismo podemos decir de cómo el nivel de tueste de las maltas, la variedad de los lúpulos y las cepas de levadura que seleccionemos, condicionan los colores, aromas y sabores de nuestras cervezas.

Pero esa inabarcable diversidad cervecera no se para en los 4 ingredientes básicos y así desde tiempo inmemorial, los maestros cerveceros han incluido en sus recetas otros elementos como frutas, especias, miel, otros cereales diferentes a la cebada… e incluso licores, como es el caso que hoy nos ocupa: la cerveza con tequila.

Aunque es difícil señalar un origen puntual de esta práctica, todo hace pensar que al menos a nivel geográfico podemos situar en México el país de su nacimiento. Y al igual que ocurre con el estilo denominado Radler que combina cerveza con refresco de limón, fueron los consumidores quienes reunieron de forma espontánea dos bebidas diferentes para crear una nueva, esa cerveza con tequila que más tarde las fábricas de cerveza comercializarán haciéndola llegar a todos los rincones del planeta.

A nivel organoléptico, la razón de ser de este cóctel podemos encontrarla en una agradable combinación de los sabores frescos de la cerveza -normalmente se parte de una lager dorada- y las notas terrosas y licorosas del tequila. Quizá la cerveza juegue aquí un papel similar al de los refrescos con los que se suelen acompañar licores como el whisky, el ron o la ginebra. Un rol de facilitador que atenúa el sabor para algunos demasiado intenso y alcohólico del destilado, a través de la disolución en la cerveza, mucho menos alcohólica, generalmente fría y bien carbonatada.


Y es que aunque el término cerveza con tequila nos pueda llevar a pensar en un primer momento en una bebida con un marcado perfil alcohólico, la realidad del mercado no es así y la mayoría de referencias de este tipo tienen un porcentaje de alcohol similar o solo ligeramente superior al de las lager doradas más consumidas, entre el 5% y el 6%.

A nivel comercial en nuestro país Desperados (5,9%) del grupo Heineken es la cerveza con tequila más extendida y fácil de encontrar, pero también otras marcas han lanzado sus propuestas como Manito de KR Drinks que también comercializa Mescalina, elaborada esta con mezcal. De otra parte, cerveceras como Mahou San Miguel ofrecen otras combinaciones de cerveza y destilados como Cubanisto, donde el ron juega un papel equivalente al del tequila.

¡Salud!