Cerveza de mantequilla: No solo cosa de brujas

Julio Cerezo - Beer Sommelier
Director de Sabeer Academia de la Cerveza

Si preguntamos entre los aficionados a la cerveza y los fans de Harry Potter quién conoce la cerveza de mantequilla, seguramente los seguidores del mago ganen por goleada a los cerveceros. La razón es evidente: ninguna compañía cervecera elabora una variedad con este nombre, por lo que no es posible encontrarla ni en bares ni en supermercados.


Y es que la cerveza de mantequilla forma parte del mundo imaginario que J.K. Rowling creó para dar vida al famoso mago y sus compañeros de aventuras. Los tres protagonistas -Harry, Hermione y Ron- la consumen en más de una ocasión y, pese a su corta edad, el alcohol de la cerveza no parece afectarles, lo mismo que sucedía años atrás con la cerveza de jengibre que consumían los jovencísimos protagonistas de Los Cinco, creación de la también británica Enid Blyton.

En el caso de esta última “cerveza”, tan apetecible para los amantes del sabor del jengibre, podemos sospechar que en realidad el contenido alcohólico de la bebida con la que merendaba aquella pandilla de adolescentes era insignificante. Se trataba más bien de un refresco ligeramente fermentado, muy alejado de las cervezas de jengibre tradicionales que sí que llegaban a superar el 10% de alcohol.

Sin embargo, nos quedan bastante más dudas sobre el bajo contenido alcohólico de la cerveza de mantequilla de Harry Potter, sobre todo si tenemos en cuenta el efecto de “intoxicación” que producía cuando la bebían los elfos domésticos. Afortunadamente todo parece indicar que los magos, gracias a sus poderes especiales, se encontraban a salvo de los estragos del alcohol.

Ya hemos comentado que la cerveza de jengibre tiene un antecedente en el mundo real, pero: ¿lo tiene también la cerveza de mantequilla? La respuesta es afirmativa: ya en la Inglaterra de los Tudor se elaboraba algo bastante parecido a un ponche reconstituyente, cuya receta solía incluir mantequilla, huevos, azúcar, especias y -por supuesto- cerveza, que se tomaba bien caliente.

Si la combinación te seduce, y en alguna ocasión has sentido la curiosidad por paladear la cerveza de mantequilla que tomaban Harry y sus amigos, tienes 2 alternativas: la primera es viajar hasta Orlando y visitar The Wizarding World of Harry Potter, el parque temático que reproduce los principales escenarios de la saga, donde podrás tomar un refresco -sin alcohol- que lleva este nombre. Para la segunda solo tienes que acercarte al supermercado y conseguir los ingredientes para prepararla en tu propia casa siguiendo esta sencilla receta:

Ingredientes:

  1. 1 litro de cerveza. Para ser más fieles a la tradición de las islas británicas te recomendamos que uses Guinness Draught Stout o Wainwright Golden Ale según prefieras que te quede más oscura o más clara.
  2. 40 g de mantequilla.
  3. 4 yemas de huevo.
  4. 80 g de azúcar moreno o blanco según hayas utilizado una u otra cerveza.
  5. 1 cucharita de moka de jengibre en polvo.
  6. 1 cucharita de moka de nuez moscada en polvo.
  7. 6 clavos de olor molidos.

Elaboración:

  1. Calienta a fuego medio casi toda la cerveza (reserva medio vaso) con las especias y aparta la cazuela del fuego cuando comience la ebullición.
  2. Añade entonces los huevos previamente batidos y mezclados con el azúcar.
  3. Sigue removiendo todo y ponlo a fuego lento durante 2 minutos, con cuidado de que no cuaje el huevo.
  4. Ve añadiendo la mantequilla hasta que se funda y mezcle por completo.
  5. Sirve en vasos y remata con la espuma que harás batiendo la cerveza que reservaste al principio.

Esperamos que te guste el resultado y te recomendamos completar la experiencia volviendo a ver alguna de las películas de Harry Potter en una tarde noche invernal, cuando la cerveza caliente será todavía más apetecible.

¡Salud! (y magia)