Cervezas belgas: la diversidad por bandera

Bélgica continúa siendo apreciado como el país con la escena cervecera más singular. Con poco más de 11 millones de habitantes, concentra más de 300 fábricas con 1.500 referencias en cervezas interpretando un gran número de estilos. La cultura cervecera belga se ha mantenido siempre fiel a los métodos tradicionales y a estilos que, rara vez, se han visto fuera de este país.

La cerveza belga es sinónimo de tradición y prestigio

Bélgica destaca por su cuidada elaboración y por su cultura de consumo. Para los belgas, la cerveza es la tradición de muchos siglos de trabajo y experimentación, concentrada en una copa de cristal. Porque… ¿sabías que tienen una copa para servir prácticamente cada estilo de cerveza?

Su tradición basa en en la recuperación de estilos históricos, como las cervezas blancas de trigo, o en la preservación del proceso tradicional usado para elaborar la cerveza, como en el caso de las cervezas de fermentación espontánea, donde se respeta escrupulosamente el procedimiento que se seguía hace más de 100 años.

Varios siglos de historia y experiencia en el arte de la buena cerveza, hacen de Bélgica un país que goza de un gran prestigio internacional como productor de cervezas. 

En su territorio se concentran, además, 6 de las abadías cerveceras trapenses, destacadas por su calidad y antigua tradición, que han servido de  inspiración para muchos cerveceros.

Cervezas belgas, las más singulares del mercado

Los belgas se han especializado históricamente en la elaboración de cervezas de alta fermentación (Ale), maltosas, potentes y alcohólicas. Pero también elaboran excelentes cervezas de baja fermentación como la tipo Pils. Y si hay un ingrediente que las caracteriza a todas ellas es la levadura, responsable de los matices que encontramos en el aroma y en el sabor.

Si te gusta lo singular y lo exclusivo y aprecias el equilibrio en los matices,  refréscate con los estilos de cerveza belga.