A lo largo de las últimas décadas, las populares tapas de nuestras barras han alcanzado tal protagonismo dentro y fuera de nuestras fronteras que ya son uno de los rasgos identificativos de la cultura española para los ciudadanos de cualquier lugar del mundo.
Como el de toda invención popular, el origen de las tapas aparece difuso en el tiempo y sobre él existen diferentes hipótesis. Una de las más curiosas, aunque tal vez no la más verosímil, nos habla de la tapa como una pequeña rebanada de pan con un trocito de queso o embutido sobre él, que se colocaba sobre los vasos para evitar la caída en su interior de cualquier insecto de los que abundaban en las antiguas tabernas. Precisamente, de esta función de 'tapa' tomaría su nombre para siempre.
Las tapas, recetas tradicionales
Las tapas, recetas tradicionales
Basadas desde siempre en las ricas despensas regionales de las que disfrutamos a lo largo y ancho de nuestro país, las tapas han sido la materialización a una escala reducida de recetas tradicionales, ideales para acompañar a una cerveza con amigos, hasta el punto de convertirse ambas en una pareja inseparable.
Seguro que a todos nos vienen a la memoria algunas ciudades de la península como por ejemplo Granada, donde este acompañamiento sigue habitualmente un estricto ritual en el que cada bar ofrece una tapa diferente según pidas tu primera, segunda o tercera cerveza, dando lugar así a una especie de mini menú degustación tan informal como divertido y apetitoso.
En la actualidad, la tapa ha evolucionado y se ha sofisticado de la mano de nuestros mejores chefs, que no han dudado en
volcar su saber hacer sobre este modesto formato gastronómico, y también gracias al impulso de diferentes ferias y concursos, que tratan de elevar su nivel culinario motivando a los hosteleros para que cada temporada ofrezcan lo mejor de su creatividad en cada barra.
En este proceso encontramos un claro paralelismo con el escenario que desde hace unos pocos años vivimos en el mundo de la cerveza, donde cada día la oferta disponible es mayor en diversidad de estilos y sabores.
Así, algo tan cotidiano y sencillo como disfrutar de una cerveza y una tapa en el bar de la esquina, ha alcanzado en algunos casos una sofisticación que hace las delicias de cualquier gourmet.
disfrútalas en casa
disfrútalas en casa
Y por qué no disfrutar también en casa de esta experiencia. No hace falta ser un gran chef ni invertir demasiado tiempo para preparar algunos bocaditos deliciosos y originales con los que sorprender a nuestros invitados, acompañados de alguna cerveza que armonice con sus sabores.
A continuación os dejamos 3 propuestas para comprobarlo:
- Canapé de paté escandinavo con alcaparras y Magna de San Miguel (5,7%) > sobre una fina tostada colocaremos hígado de bacalao en conserva y remataremos con alcaparras y un chorrito de limón. El punto de intensidad y frescor de la cerveza nos dará el contrapunto ideal al bocado.
- Rollito de cecina con Turia Märzen (5,4%) > enrollamos una fina tira de cecina de vaca sobre el extremo de un grissini y le ponemos una gotas de aceite de oliva para saborearlo con esta lager tostada de moderada graduación alcohólica.
- Tosta de brandada de bacalao con Tyris Lager (5%) > untamos generosamente una tostada con brandada de bacalao, que podemos comprar ya elaborada, y la decoramos con una fina tira de pimiento del piquillo para degustarla con esta cerveza que contrastará con la untuosidad del bocado respetando su delicado sabor.
¡Salud!