Y llega el momento más esperado de la noche, tras horas en la cocina la cena está lista. Nuestros invitados degustan una deliciosa copa de vino espumoso mientras charlan entretenidos. Es el momento de abrir el magnífico vino blanco que con tanto mimo has guardado esperando la ocasión ideal, pero… ¡horror! Has revuelto la cocina una y mil veces y no aparece, ¿dónde está mi sacacorchos?
Sí, y es que siempre ocurre, en el momento menos adecuado no aparecen las llaves, no queda jabón para la lavadora o se acaba el agua caliente en mitad de la ducha…
Tranquilos, ese vino que concienzudamente has elegido no tendrá que volver a la bodega, y es que: a grandes males, grandes soluciones. Aquí te cuento unos trucos para abrir tus botellas de vino y no romperlas en el intento.
Los vinos espumosos y vinos generosos no suelen darnos estos sustos, ya que se pueden abrir con nuestras manos. Su tapón especial, adaptado para soportar la fuerte presión de las botellas con gas, saldrá fácilmente si lo sujetas con una mano por el tapón y giras ligeramente con la otra mano la base de la botella, además, muchos vienen con tapón de rosca. Así que no desesperes, sírveles una copa mientras buscas lo siguiente:
1. Necesitas dos cuchillos finos, introduce cada uno por los laterales del corcho, sin perforarlo. Crea con ellos una especie de pinza que girarás lentamente mientras empujas hacia arriba. Con un poco de cuidado el corcho irá saliendo sin romperse. ¡Acabas de construir un sacacorchos de láminas casero!
2. Si la paciencia no es lo tuyo, hunde el corcho en la botella. Puedes hacerlo con la ayuda de un cuchillo, un boli o un objeto similar, empujando hasta que caiga dentro de la botella. Luego tendrás que pasar el vino a una jarra o decantarlo para poder separar las partículas de corcho que hayan podido desprenderse.
3. Busca un mechero, retira la cápsula que recubre el cuello de la botella y caliéntalo. El aire que contiene se calentará y el corcho empezará a salir como por arte de magia.
4. Opta por el famoso truco del zapato. Introduce la botella de pie en un zapato, también vale un trapo que pueda amortiguar. Golpea suavemente el zapato con la botella dentro sobre una superficie plana. Poco a poco el corcho irá saliendo de forma limpia. Solo hay que tener cuidado de no romper la botella o salpicar con vino al salir su tapón.
5. Tornillos, llaves, unas tijeras pequeñas o una percha, también nos pueden servir para perforar el corcho y crear anzuelo para después tirar de ellos para que poco a poco el corcho salga de la botella.
Pues ya ves, nunca te vas a quedar sin abrir una botella si sigues estos consejos. Y ya sabes, siempre hay alguna solución para no perderse una buena copa de vino.