Desde que llegaron al escenario cervecero español hace unos años, las siglas IPA no han parado de crecer en popularidad. Como muchos ya sabéis, corresponden al estilo denominado India Pale Ale, que nace en la Inglaterra imperial como una solución para exportar sus típicas cervezas pálidas de alta fermentación y moderado contenido alcohólico hasta la India. La carga extra de lúpulo de estas cervezas, con las cualidades conservantes de esta planta, permitía a las IPAs llegar hasta el continente asiático en perfecto estado de consumo.
'MOVIMIENTO Homebrewers'
'MOVIMIENTO Homebrewers'
Aunque el estilo estuvo casi desaparecido durante varias décadas, el movimiento iniciado por los 'Homebrewers' o cerveceros caseros norteamericanos durante el último cuarto del siglo XX, y amplificado por los cerveceros craft o artesanos, a lo largo de todo el planeta, lo hizo renacer con nuevos bríos.
El uso de los lúpulos denominados exóticos o del nuevo mundo, con sus exuberantes aromas de fruta tropical, cítricos y florales, en lugar de el de los tradicionales británicos de las primeras IPAs, ha conquistado a un gran número de paladares curiosos, para los que el mundo de la cerveza no se acaba en la tan apetecible lager dorada que domina nuestras barras y lineales.
Como ocurre con cualquier estilo cervecero de éxito y en un ecosistema de pequeños productores con perfil innovador y experimental, la IPA pronto comenzó a desdoblarse en otros subestilos y así, a lo largo de los años, aparecieron entre otras, la Red IPA, la Black IPA, la Rye IPA, la Brut IPA, la Cold IPA o la que hoy nos ocupa, surgida como New England IPA pero también conocida como Juicy IPA o Hazy IPA.
Este último subestilo ha sido seguramente el que mayor protagonismo ha alcanzado por todo el mundo, hasta lograr ser reconocido plenamente e identificado 'oficialmente' con esta última denominación de Hazy IPA, que cambia la referencia a su lugar de origen por otra respecto a su apariencia.
la hazy ipa
la hazy ipa
La Hazy IPA se nos presenta como una cerveza eminentemente turbia, llegando en algunos casos a parecer más un batido de frutas que una cerveza. Esta turbidez se debe a la forma en la que se añaden sus lúpulos durante la elaboración. Tradicionalmente, el lúpulo debe ponerse en el mosto justo antes del proceso de ebullición para, de esta forma, permitir que las sustancias de amargor se integren en él.
Sin embargo, la adición de lúpulos en las Hazy IPAs se realiza principalmente al final o después de esa cocción, con el mosto ya en frío, consiguiendo de esta forma mantener el amargor de la cerveza en niveles moderados y conservando todo el aroma tan característico de las variedades de lúpulo utilizadas.
También el uso de determinadas cepas de levadura y de cereales como la avena o el trigo acompañando a la malta de cebada colaboran a la turbidez de la Hazy IPA. Quizá justo aquí radique el éxito de este estilo, ofrecer el aroma potente de una IPA -mango, maracuyá, melocotón, cítricos, flores- sin el intenso amargor en boca que frena a muchos paladares a consumirla.
Alguna de las Hazy IPAs con más historia son las norteamericanas The Alchemist Heady Topper o Sierra Nevada IPA Hazy Little Thing, pero también los cerveceros craft españoles han trabajado el estilo con ejemplos como la Soup de Garage o la Interstellar de Basqueland.