Los profesionales del mundo de la cerveza nos referimos con frecuencia a la levadura como el ingrediente 'mágico' de la receta. Agua, cereal, lúpulo y otros adjuntos son igualmente imprescindibles para la elaboración cervecera pero a diferencia de ellos, la levadura tiene un tamaño microscópico, lo que la mantuvo en la clandestinidad durante siglos y siglos.
Fue necesario esperar hasta mediados del XIX para saber, gracias a la invención del microscopio y a los estudios de Louis Pasteur, quién era el misterioso microorganismo responsable de convertir los azúcares del cereal en alcohol y gas carbónico.
múltiples propiedades
múltiples propiedades
Desde entonces mucho se ha investigado, escrito y experimentado sobre las propiedades de este hongo, tanto para la elaboración de la cerveza como para la de otros productos fermentados. Igualmente se han aislado un gran número de diferentes cepas, cada una con sus propiedades específicas, lo que ayuda a los cerveceros a seleccionar las más adecuadas para elaborar cada estilo. Elegir entre las de tipo ale o las de tipo lager condicionará la temperatura de fermentación, que se moverá desde los 6 hasta los 24ºC, y dará lugar a cervezas más o menos complejas en aroma y sabor.
Ser de utilidad para elaborar cerveza ya justificaría con creces la existencia de la levadura pero este curioso hongo no se resigna a ofrecer sus servicios únicamente en el fermentador y busca su realización profesional también dentro del ámbito del cuidado personal. Pocas personas no habrán utilizado en algún momento de su vida la levadura cervecera para tratar o prevenir diferentes problemas o patologías menores.
Y es que diferentes estudios han puesto sobre la mesa la utilidad de su ingesta gracias a sus múltiples propiedades naturales, entre las que destacan el aporte de proteínas de alto valor biológico que favorecen la regeneración de la piel, uñas y pelo. Igualmente se indica su uso para regularizar el sueño y mejorar así la recuperación del cansancio cotidiano.
diferentes formas de uso
diferentes formas de uso
La levadura también nos ofrece vitaminas del complejo B, minerales y oligoelementos con propiedades antioxidantes, es rica en fibra y favorece por ello el cuidado de la flora intestinal. Por lo general su uso no comporta riesgos o contraindicaciones y por ello se puede adquirir en supermercados o herbolarios pero nunca está de más consultar con un profesional cualificado para valorar nuestro caso particular.
Podemos encontrar distintas presentaciones de levadura cervecera que nos permiten diferentes formas de uso, ya sea en líquido, en polvo o en comprimidos, pero sin duda la vía más placentera de todas ellas -aunque también la de menor concentración- será la de tomarla formando parte de la propia cerveza. Para ello deberemos buscar referencias que aún la contengan al llegar al mercado ya que la mayoría de cervezas son filtradas para ofrecer un aspecto transparente y brillante, eliminando así este ingrediente del producto final.
También deberemos buscar cervezas no pasteurizadas porque este proceso, tan útil para asegurar la estabilidad de la cerveza, elimina las propiedades de nuestro hongo. Si elegís esta vía recordad que con la levadura estaremos realizando también la ingesta de alcohol así que hacedlo como siempre con moderación y responsabilidad.
¡Salud!