Reglas para maridar tus comidas con cerveza

Álvaro Verdú - Chef y Beer Sommelier
Director Gastronómico de Sabeer Academia de la Cerveza

La primera regla que debéis conocer para el maridaje con cerveza, es que no hay reglas fijas. Os explicamos el porqué: el maridaje es algo subjetivo y depende sobre todo del gusto personal de quien lo vaya a disfrutar.

Lo que sí que os podemos ofrecer son unas sencillas bases de conocimiento para poder disfrutar de un maridaje con cerveza sin demasiadas complicaciones. Equilibrio, impacto sensorial y “diálogo” entre cerveza y comida, son estas bases las que vamos a ir viendo y conociendo, una a una.

equilibrio

Se trata de un concepto sencillo y en cada maridaje debemos buscarlo para no desvirtuar ninguno de los dos componentes. Debemos nivelar los impactos sensoriales de cerveza y plato para conseguir apreciar el mayor número de matices de cada elemento. Es decir, las características del plato o de la cerveza no deben anularse entre sí.

Nada mejor que un ejemplo para comprenderlo: la cerveza El Águila Sin Filtrar (5,5%) se caracteriza por su equilibrio de sabor entre notas dulces, a malta caramelizada, y frescor propio del lúpulo, por lo que, el mejor maridaje sería con una elaboración equilibrada donde no destaque un sabor o sensación por encima de otro.

Una buena opción sería la pasta carbonara, donde la cremosidad del huevo, el dulzor de la cebolla y el caramelizado de la carne serían unos compañeros de viaje perfectos para esta cerveza.

impacto sensorial

El impacto sensorial de una cerveza o un plato define la fuerza con que destaca en el paladar, tanto por sabor, aroma u otros matices.

Este concepto es más sencillo de lo que podemos pensar, se trata de poner el foco en uno de los matices que más resaltan en la cerveza o en el plato. Algunas verduras, como las alcachofas, se caracterizan por su sabor metálico y astringencia, por lo que debemos encontrar una cerveza que redondee esas sensaciones y nos permita disfrutar del frescor y dulzor de este vegetal.

Voll-Damm (7,2%) gracias a su perfil maltoso muy marcado y contenido alcohólico medio-alto nos proporciona un excelente maridaje con cerveza para este bocado.

diálogo

Algunas combinaciones de sabores son más satisfactorias que otras, esto es algo que todos conocemos y hemos disfrutado.

Los sabores ácidos dialogan muy bien con los dulces, al igual que el sabor amargo con las sensaciones picantes. En cambio, hay otras que nos pueden dejar un mal sabor de boca, por ejemplo, la combinación entre ácidos y amargos, y a veces también entre salados y amargos.

Por esta razón, hay maridajes con cerveza que nos sorprenden y con los que gozamos de manera satisfactoria. Un ejemplo sería la combinación entre un ceviche, donde sus notas ácidas son destacables, y Mahou Session IPA (4,5%), cuyo perfil aromático de frutas exóticas potencia y redondea los matices frescos del ceviche.

Esperamos que estas sugerencias y reglas para maridar con cerveza os sean de utilidad para disfrutar aún más de nuestra bebida favorita.

¡Salud!