Los mejores viñedos del mundo

Eva Pizarro

Sumiller en restaurante Fierro y formadora en Tandem Gastronómico.

Literalmente, un viñedo es una plantación de vides en una zona determinada. Esto, a priori, podríamos pensar que se puede realizar en cualquier lugar, pero entonces: ¿cómo es que existen tantas diferencias de unos vinos a otros?, ¿por qué solo algunos son considerados vinos de culto y alcanzan valores al alcance de pocos?.

La planta de la vid sabemos que puede crecer y desarrollarse en lugares donde otro cultivo no sería capaz de salir adelante, pero no en todos los lugares la vid puede ofrecer su mejor versión, necesita y depende de unos factores. La geografía y el clima son factores determinantes en el vino, pero también lo son la historia, las relaciones comerciales y cómo no, el trabajo de cada elaborador.

Vamos a tratar de desgranar cómo la conjunción de algunos de ellos puede dar origen a algunos de los mejores vinos del mundo y por tanto a los considerados mejores viñedos. Empecemos por aquellos factores que nos da la naturaleza, que no dependen de nosotros, aunque si podemos intentara provechar sus singularidades:

  • El clima: el clima va a determinar entre otras cosas, qué variedad de uva podemos cultivar, o al menos qué uva va a mostrar todo su potencial. La vid necesita luz solar, temperatura y agua. Estos factores podemos tratar de aprovecharlos con diversas técnicas de cultivo que el hombre ha sabido interpretar a lo largo del tiempo. El clima también nos va a aportar elementos que pueden poner en jaque nuestra cosecha: heladas, granizos, altas temperaturas… Es por tanto un factor clave en el resultado final en la copa.
  • La geografía: de ella dependerá la composición de nuestros suelos, los nutrientes, el agua, la orientación de la viña… y por tanto, el tipo de vino que podamos elaborar.

Y es que, un gran terroir puede no salir nunca a la luz si no existen mercados dispuestos a comprar sus vinos o si no tenemos una red comercial que nos permita acceder a ellos, o si una moda, en un momento dado, les da la espalda.

 

  • El último factor que abordamos es el humano, el trabajo de viticultores y enólogos, y es que la fama de algunas regiones van directamente relacionadas con la/s persona/s que han creído en ellas, y que contra todo pronóstico, han apostado por la calidad y el trabajo bien hecho, cambiando el estatus de variedades denostadas o regiones destinadas a vinos de menor valor.

Las grandes zonas están ahí, algunas descubiertas y posicionadas desde hace siglos, otras esperan su momento, o a alguien que las haga brillar.