Vasos y recipientes para tomar la cerveza

Julio Cerezo - Beer Sommelier
Director de Sabeer Academia de la Cerveza

Cuando disfrutamos del sabor de una cerveza lo hacemos no solo de las características propias del líquido que estamos bebiendo sino también de otras como la temperatura a la que se encuentra, la manera cómo se ha servido y el recipiente en el que lo estamos bebiendo.

La forma y el material del vaso o copa en el que tomamos nuestra cerveza condiciona significativamente su percepción, y por ello existen modelos de vajilla específicos para cada estilo.

En países con una asentada cultura cervecera, como Bélgica, es habitual que se sirva cada cerveza con su copa o vaso correspondiente. Esto, que todavía hoy es impensable para la mayoría de nuestros hosteleros, contrasta con la forma en la que suelen servir un Jerez, un cava o un Rioja utilizando copas bien diferentes pese a ser todos ellos 'vinos'.

Entre los consumidores tampoco faltan quienes incluso prefieren beber la cerveza directamente del botellín, quizá por la mayor sensación de frescor que pueda proporcionar el prescindir del vaso.

Obviamente cada persona es libre de disfrutar su cerveza como prefiera, pero también es obligado señalar que al beber de esta forma nos estamos perdiendo una buena parte de las características organolépticas de la cerveza, empezando por el disfrute de su color y siguiendo por una disminución de su aroma y sabor.

Aunque existe un amplio abanico de opciones a la hora de elegir el recipiente ideal para cada cerveza, podemos agrupar el consumo de los estilos principales en estas cinco tipologías de vajilla.

5 tipos de vajilla

  1. Vaso o copa alto y estrecho: Resulta ideal para disfrutar de estilos como las lager pálidas, en las que el frescor y la ausencia de una gran complejidad aromática son características principales. Aunque la silueta sea predominantemente estilizada, no debe llegar a una estrechez como la del popular 'vaso de tubo', desaconsejable casi siempre.
  • Vaso alto con silueta curva: Es el clásico de las cervezas de trigo alemanas. Su forma facilita la creación de un alto copete de espuma, no solo al servir la cerveza, sino también durante el movimiento del líquido al inclinarse para cada sorbo.
  1. Vaso de pinta: El origen de este recipiente hay que encontrarlo más en el aspecto funcional que en el propiamente organoléptico. De forma tronco cónica, permite su almacenamiento introduciendo un vaso en otro, mientras que su típico resalte impide que resbale entre los dedos por la condensación que produce la diferencia de temperatura entre el líquido y el ambiente. A pesar de estas razones de diseño, se trata de un vaso ideal para un gran número de estilos de origen británico como pale ale, porter, stout e incluso un amplio rango de IPAs.
  • Copa de cáliz: Se trata de una copa de buen volumen y boca ancha, habitualmente utilizada para la degustación de cervezas belgas de alta fermentación como son los estilos monacales dubbel, tripel y quadrupel. Estas y otras cervezas con gran intensidad aromática y buen contenido alcohólico expresan mucho mejor su riqueza de matices en este tipo de recipiente de lo que lo harían en otros más estrechos. Su forma de cáliz tampoco escapa a la iconografía relacionada con el origen monacal de esas cervezas.

  • Copa snifter: Con una forma similar a las de brandy, estas copas están indicadas precisamente para los estilos cerveceros de mayor licorosidad. La redondez de la copa permite atemperar fácilmente el líquido con las manos, lo que resulta muy útil para estas cervezas que se degustan mejor cuando están menos frías.

Si todavía no estáis del todo convencidos y queréis despejar cualquier duda sobre la influencia real de la vajilla en la percepción del aroma y sabor de la cerveza, os proponemos un sencillo experimento casero: elegid en vuestro supermercado una cerveza con bastante complejidad aromática - Leffe BlondeGrimbergen Double - y repartidla en 3 ó 4 vasos o copas diferentes que tengáis en casa. Probad a olerla y a paladearla, y comprobaréis como su percepción cambia sutilmente de un recipiente a otro.

¡Salud!