¿Pensando en regalar un vino? Ribera del Duero siempre es un acierto

¿Qué tienen los vinos de la Ribera del Duero que se han convertido en imagen de calidad, en el regalo ideal, en objeto de culto e incluso colección?

Varios nombres, de personas y bodegas, crearon el mito, te cuento su historia: Hablamos de una región con más de 2.500 años de historia elaborando vinos como atestiguan numerosos vestigios encontrados. Griegos, romanos, órdenes monásticas y nobles encontrarían en estas tierras el lugar idóneo para cultivar la vid.

Pero un acontecimiento que cambió el panorama del vino a nivel mundial iba a llegar también a la Ribera del Duero, la tan temida filoxera llegaba en 1880 para devastar todo el viñedo.

NACE EL MITO

El renacimiento de la viticultura en nuestro país vendría de la mano de la Ribera del Duero, de su mítica bodega Vega Sicilia, fundada en 1864. Su enólogo Don Eloy Lecanda y Chaves, formado en Burdeos, decidió plantar Tempranillo junto a las variedades francesas Cabernet Sauvignon, Merlot y Malbec y aquí nacía el mito. 

La calidad y fama de los vinos de Vega Sicilia empezaron a crecer y con ello el nombre de Ribera del Duero. Vega Sicilia fue su motor de arranque, un vino misterioso, inaccesible, las primeras cosechas solo se repartían entre sus socios, llegando a cotizarse del mismo modo que las obras de arte.

Pero, conozcamos un poco más sobre la región. Con el impulso de un grupo de viticultores en pos de la calidad se crea la Denominación de Origen Ribera del Duero en 1982, en ella solo se producen vinos tintos, y solo un 1% de vino rosado.

Las variedades autorizadas son Albillo Mayor, blanca, y las tintas Tinto Fino (Tempranillo), Cabernet Sauvignon, Garnacha Tinta, Malbec y Merlot.

La gran variedad de estilos de sus vinos lo otorgan sus suelos, encontramos más de 32 tipos de suelo diferentes, provenientes de sedimentos del río Duero y otras formaciones geográficas. Condiciones estas que han hecho que históricamente sea un lugar ideal para el cultivo de la vid.

Otro nombre que marcaría la historia sería Alejandro Fernández, enólogo de Pesquera, quien elaborará un vino monovarietal de Tinta Fina con uvas del pueblo Pesquera de Duero alcanzando gran éxito internacional.

garantía de éxito

En 1982 Robert Parker encumbra la cosecha del 82 de burdeos, ¿qué tiene esto que ver con Ribera? Pues que en la fecha el estilo de vinos del Duero era muy similar al de Burdeos, vinos tánicos, madera nueva para la crianza, potencia… Así que la zona estaba haciendo vinos al gusto de Parker, lo cual se traduciría años más tarde en elevadas puntuaciones en su ranking para los vinos de Ribera del Duero.

Y llegaron los puntos…En 1995 otro mito, un joven enólogo danés, Peter Sissek, funda su propia bodega, minúscula, y nace Pingus, consiguiendo en su primera añada 98 puntos, subiendo al Olimpo de los dioses en 2004 cuando consiguió los 100 puntos Parker.

Ribera estaba de moda, agradaba al gusto del consumidor, las bodegas copiaban este estilo como garantía de éxito y la crítica lo confirmaba.

Futbolistas, pilotos y grandes marcas ven en Ribera del Duero una inversión, y empiezan a surgir modernas y vanguardistas bodegas con el capital que estos aportan.

Es el momento dorado de la zona, grandes botellas pesadas, tras majestuosos estuches y barricas de roble nuevas inundan las bodegas, todo un despliegue que posiciona a los vinos de Ribera del Duero entre los más caros.

¿Y quién no quiere éxito asegurado cuando hace un regalo? Médicos, suegros o jefes han sido agasajados con los vinos del Duero, convirtiéndolos en un regalo seguro.

Pero Ribera es algo más que una moda, son viñedos increíbles y es historia, que ahora trata de quitarse capas de maquillaje y volver a su esencia, esa en la que los vinos finos conquistaron a los consumidores más exigentes del mundo, esos que forjaron la leyenda.