En el ecosistema cervecero español hemos vivido durante mucho tiempo pensando que la cerveza era esa indiscutiblemente esa caña rubia, espumosa, con gas, que servida bien fría refrescaba nuestro paladar y acompañaba alegremente nuestros aperitivos.
Desde hace unos años el panorama ha ido cambiando paulatinamente, ampliando nuestra consideración cervecera a unos cuantos estilos más. Así, hoy cualquier aficionado conoce y reconoce las cervezas de trigo de la tradición alemana, las monacales belgas, las oscuras tipo stout de las islas británicas y hasta las modernas IPAs, renacidas en los Estados Unidos a finales del siglo XX.
Sin embargo, todavía hay un cierto pensamiento restrictivo a la hora de valorar la autenticidad de cervezas con sabores añadidos a través de frutas, especias y otros ingredientes. Los que a muchos pueden parecer sabores chocantes y alejados de los que debe tener una cerveza, son en realidad los característicos de estilos cerveceros con una larga tradición. Vamos a enumerar aquí alguno de los más destacados.
las cervezas de sabores más destacadas
las cervezas de sabores más destacadas
- Cervezas con cerezas > Las populares Kriek belgas son cervezas ácidas por su fermentación con levaduras salvajes, a las que se añade una cantidad considerable de esta fruta para hacerlas más accesibles a cualquier paladar. Suelen tener un porcentaje de alcohol moderado y un atractivo color rojo intenso, que las hace ser tan populares como la Mort Subite (4%).
- Cervezas con frambuesas o melocotón > Estas son otras opciones de la misma tradición belga. Nos ofrecen notas algo más dulces que las primeras y por ello son una alternativa
para el público más joven que se acerca por primera vez a la cerveza. Ejemplo: Lindemans Framboise (2,5%).
- Cervezas con calabaza > Nacieron en los Estados Unidos por la necesidad de utilizar otras fuentes de azúcares fermentables durante los años de mala cosecha de cebada. Ahora se elaboran en todo el mundo, están asociadas a la festividad de Halloween y se conocen como Pumpkin Ales. Ejemplo: Tyris Pimpam Pumkin (6,4%).
- Cervezas con especias > Siglos atrás, la utilización de diferentes especias para aromatizar y dar amargor a la cerveza dependía de la disponibilidad de las mismas en cada región. Tras la extensión del lúpulo como planta ideal para estas funciones, el uso de especias ha pasado a ser una opción para aportar matices específicos a ciertos estilos. Así, por ejemplo, podemos añadir semillas de cilantro en cervezas de trigo belgas o encontrar romero en elaboraciones singulares como Alhambra Numeradas Miel y Romero (6,6%).
- Cervezas con cítricos > Algunas son muy populares entre nosotros como las Radler, que pueden llevar añadido refresco o zumo natural de limón. Entre estas últimas está Alhambra
Radler (3%) que además incluye unas notas suaves de cardamomo.
- Cervezas con manzana > También podemos encontrar referencias con este sabor como San Miguel Manzana 0.0, una opción sin alcohol aromatizada con esta fruta.
- Cervezas con café o cacao > Cualquiera de estos dos productos lo podemos encontrar añadido a cervezas oscuras, en las que el tueste intenso de las maltas ya proporciona notas similares, que se ven reforzadas con este aporte extra. Ejemplo: Founders Breakfast Stout (8,3%).
En resumen, un abanico amplio de opciones para explorar con la mente y el paladar abiertos de par en par, para disfrutar de sabores sencillos y complejos, perfiles moderados o intensos, y contenidos alcohólicos que van desde el cero hasta casi los dos dígitos.
¡Salud!
