¿Clarete o rosado?

Eva Pizarro

Sumiller en restaurante Fierro y formadora en Tandem Gastronómico.

¿Es lo mismo un clarete que un vino rosado? Parece que diferenciar entre un vino rosado y un clarete no es tarea fácil. Pero en realidad, es mucho más sencillo de lo que parece. Toma nota de estos tres tips:

  1. Utilizan diferentes uvas.
  2. Tiene una elaboración distinta.
  3. El vino resultante es diferente.

las uvas

Empecemos por el principio, un vino rosado se puede hacer solo con uvas tintas, mientras que un clarete siempre requerirá de uvas blancas y tintas.

Como ya sabemos, el color del vino lo aporta la piel de la uva ,por tanto, si queremos hacer un vino rosado mantendremos las uvas en contacto con el mosto el tiempo suficiente para que este tome color. También sabemos que, cuanto más largo sea este tiempo, obtendremos colores más intensos y de ahí, las diferentes tonalidades que encontramos en estos vinos.

Los claretes necesitan de la intervención de uvas blancas y tintas. Estas se pueden elaborar por separado, haciendo un vino tinto y un blanco, y posteriormente mezclándolos; o bien, como es más habitual, mezclando las uvas. De esta forma, se obtiene el mosto y se fermenta, dando como resultado final el denominado vino clarete.

La elaboración de vinos claretes solo está autorizada en algunas Denominaciones de Origen, son tradicionales en zonas como Zamora o Cigales, en las que su consumo de vino es diario.

diferencias en la copa

Ya hemos visto las diferencias en la elaboración. En definitiva, un rosado se hace como un vino blanco, sin presencia de las pieles en la fermentación, pero dejando que estas estén en contacto con el mosto para otorgarle el color. En cambio, la elaboración de vino clarete sería como la de un vino tinto, pero incorporando la mezcla de uvas blancas y tintas.

Pero vamos a lo importante, el resultado final: ¿Qué diferencias voy a encontraren mi copa?

Normalmente, los claretes tienen un color más intenso, son sabrosos y con un carácter frutal y floral inconfundible. Se suelen consumir jóvenes, cuando la fruta está en su momento de máxima expresión, lo cual los hace ideales para degustar con gastronomía de la huerta, del mar, arroces y pastas.

En los vinos rosados encontraremos una variada gama de colores, desde los más pálidos al estilo provenzal, a los más intensos y con evolución propia del paso del tiempo. Y es que, los vinos rosados, se pueden consumir jóvenes o pueden ser sometidos a crianzas más o menos largas.

Es por ello que tenemos registros muy diferentes, desde rosados frescos y frutales a rosados complejos, con unas notas de crianza y un paso del tiempo que los hace ideales para la gastronomía más compleja.

Ahora ya lo sabes todo, tenemos una gran paleta de vinos en el mundo que hacen que escoger el mejor para cada momento sea un juego muy divertido.