Para sofocar el calor o para entrar en calor. Para degustar en pareja, en familia o con la pandilla. Para acompañar un plato refrescante y divertido o para rematar una elaboración de alta cocina. Para tomar en la terraza mirando la puesta del sol o para completar un aperitivo veraniego. A la hora de elegir el vino, hay mucho a tener en cuenta. Lo primero son tus gustos, claro. Sin embargo, te vamos a dar alguna pista más para que siempre aciertes.
LA ÉPOCA DEL AÑO
LA ÉPOCA DEL AÑO
Es determinante en la elección. Estamos en verano y nuestro cuerpo necesita refrescarse. Es la estación perfecta para dar paso a los blancos jóvenes y a los rosados frescos. Los blancos elaborados con verdejo, como JOSÉ PARIENTE o PROTOS, nos aportarán toda esa fruta fresca que los hace ideales para días de bochorno. O los populares blancos gallegos, como DEPENDE, que con su refrescante acidez combaten las altas temperaturas.
Sin olvidarnos de los Txacolís o los blancos jóvenes de Rioja, que, por cierto, están en su mejor momento. El rosado es el gran protagonista del estío: rosados pálidos y afrutados, como GRAN FEUDO de Navarra o RAIMAT ABADÍA ROSÉ, harán que las olas de calor sean mucho más llevaderas.
LA GASTRONOMÍA DEL MOMENTO
LA GASTRONOMÍA DEL MOMENTO
Es algo a tener muy en cuenta. No cabe duda de que la cocina se adapta a cada periodo del año haciendo uso de los ingredientes que están de temporada. El verano es época, entre otros platos, de ensaladas, sopas frías, arroces y pescados. Y el vino también se adapta para potenciar los menús y no enmascarar los sabores.
Pues bien, para todo ese tipo de recetas veraniegas, son de nuevo los blancos jóvenes, rosados y tintos con poca crianza los que mejor se alían en la mesa. Prueba si no un gazpacho con un Fino o un MIL FLORES de Rioja, una lubina con un albariño de MARTÍN CÓDAX, o un carpacho de carne bien aliñado y acompañado de MARTÍN BERDUGO, tinto joven de de Ribera del Duero.
el entorno
el entorno
Nos marca mucho el vino a adquirir. No es lo mismo tener los pies dentro de una piscina, que estar con los amigos en las fiestas del pueblo. En verano hay situaciones desenfadadas, copas distendidas y más tiempo libre para disfrutar del cava y de los vinos jóvenes.
Haznos caso y prueba a pedir un VIÑAS DEL VERO GEWÜRZTRAMINER que, aunque el nombre de la uva sea difícil de pronunciar, es muy fácil de beber.
También puedes pedirte una copa de Cava JUVÉ & CAMPS o de FREIXENET antes de la comida. ¿Qué quieres una copa de rosado para amenizar las veladas de las vacaciones? Apunta esto con letras grandes: rosado VALDELOSFRAILES de Cigales.
CON QUIEN LO VAMOS A COMPARTIR ES CLAVE
CON QUIEN LO VAMOS A COMPARTIR ES CLAVE
Por ello, la elección de la botella debe ir más allá de nuestros gustos personales y tenemos que pensar en vinos versátiles, comprensibles para todo el mundo y que puedan agradar a la mayoría. Los vinos blancos afrutados, rosados sin crianza y tintos jóvenes, donde la fruta es la protagonista, suelen gustar a todos.
No arriesgues si tu reunión se compone de diferentes perfiles y ve sobre seguro con un vino tinto como CELESTE de Ribera del Duero o una Mencía fresca como la de RECTORAL DE AMANDI en Ribeira Sacra. Disfruta de lo que queda de verano y elige bien el vino.