La influencia del clima en el vino

Eva Pizarro

Sumiller en restaurante Fierro y formadora en Tandem Gastronómico.

¿Podemos hacer vino en cualquier lugar del mundo?

Que la vid es una planta muy resistente y que necesita poco para sobrevivir ya lo sabemos, pero para dar un fruto en condiciones necesita un clima templado. Entre los paralelos 30º y 50º del hemisferio Norte y Sur encontramos las principales regiones vinícolas del mundo: California, Europa, Sudamérica, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica. La vid, en climas extremadamente fríos o cálidos no podría desarrollarse. El factor más determinante para que encontremos estos viñedos es el clima, aunque no es el único. 

Hay que apuntar que, regiones como Brasil o el sur de Inglaterra, entre otras, se están estableciendo como zonas productoras de calidad. El cambio climático y la tecnología, sin duda modifica el mapa vitivinícola del mundo, y esto solo acaba de empezar. Si entramos en detalle en los tipos de climas que podemos encontrar, veremos cómo influyen y modifican las características de los vinos que en cada una se producen.

cuatro climas en nuestro país

En nuestro país podemos diferenciar 4 climas haciendo referencia al cultivo de la vid:

Clima Marítimo: comprende el norte de España desde Galicia hasta Navarra. Temperaturas frescas, con una diferencia pequeña entre las temperaturas del verano e invierno y noche y día y con precipitaciones elevadas repartidas a lo largo del año. El resultado; vinos poco corpulentos, con una alta acidez, tanto en vinos blancos como tintos.

Clima Continental: incluye todo el centro de la península; Castilla-León, Extremadura, Madrid, Castilla-La Mancha, La Rioja y Aragón. Se caracteriza por inviernos fríos y veranos cálidos y secos, acentuándose cuanto más lejos de la costa estemos. La variación de temperatura entre el día y la noche, es muy grande. En estas zonas, encontramos gran variedad de vinos debido al amplio territorio que abarca, pero generalizando, obtendremos vinos con buen grado alcohólico, corpulentos y con gran estructura, lo que los hace ideales para la crianza y guarda.

Clima Subtropical: corresponde a las Islas Canarias. Temperaturas moderadas, lluvia y humedad, o un clima extremadamente desértico en función de la zona. Un clima excepcional que combinado con su diversa orografía y suelos de origen volcánico nos ofrecen vinos muy singulares.

Clima Mediterráneo: Comprende todo el litoral Este y Sur, desde Cataluña, pasando por la Comunidad Valenciana y Murcia hasta Andalucía. Característicos veranos secos y cálidos y poca variación entre el día y la noche. Obtendremos vinos maduros, con cuerpo y menor acidez, con uvas ideales para elaborar vinos dulces.

Obviamente, analizar los vinos desde el punto de vista climático, es cómo intentar hacer un puzzle sin todas las piezas. Altitud, orientación, suelos, corrientes oceánicas, flujos comerciales, variedades de uva, y muchos componentes más determinarán el resultado final de nuestra copa.

Dicho esto, está claro que el clima juega su papel, así que cuando disfrutes tu próxima botella acuérdate del clima, seguro que ha marcado el perfil de tu vino.