Desde la Bodega de Consum nos hemos propuesto refrescarte el verano sin renunciar al vino. Si ya te dimos las mejores recetas para hacer una buena sangría, hoy te damos unos consejos para lucirte con el tinto de verano.
¿Qué diferencia ambas bebidas?
¿Qué diferencia ambas bebidas?
Veamos primero la diferencia entre ambas bebidas: el tinto de verano es una mezcla que incluye vino, gaseosa y mucho hielo, mientras que la sangría se consigue mezclando gaseosa, vino, un toque de licor, fruta natural cortada y azúcar. Por su elaboración, la sangría se podría considerar un cocktail, mientras que el tinto de verano sería un combinado (mezcla de 2 bebidas).
El origen de esta combinación se sitúa en Vargas, Córdoba, y no es de extrañar debido a las altas temperaturas y, por tanto, a la necesidad de adaptar el vino a estas circunstancias. Nació como la mezcla de vino tinto y sifón, y fue evolucionando hasta su comercialización a día de hoy. En la sección de bebidas de Consum lo puedes encontrar en su versión original y sin alcohol.
A continuación, veremos algunos consejos para darle un toque especial a tu tinto de verano:
Comprarlo hecho es lo más sencillo, solo tendrás que verter el contenido en una jarra y añadir hielo al gusto y unas rodajas de limón. Si lo preparas tú mismo puedes cambiar la gaseosa por un refresco de limón o probar con otros cítricos. La naranja le dará un toque muy mediterráneo y el pomelo es ideal para los amantes de las bebidas más amargas.
Además, te recomendamos que el vino que utilices sea un tinto joven, que aportará frescura y resaltará los matices de la fruta. Y, si te apetece probar algo diferente, atrévete a elaborar tu receta con vino blanco.
¡Y ahora, ya estás listo para disfrutar del verano más refrescante!