Mi primera bodega ¿por dónde empiezo?

DAVID BUCH / sumiller

Ya que no todos podemos disponer de un sótano subterráneo (que sería el lugar ideal), elige una habitación tranquila y fresca (15º es la temperatura ideal para conservar una botella de vino). Un lugar lo más próximo al suelo, lo más oscuro posible y que esté suficientemente ventilado. Procura no guardarlo en la cocina: es una zona de mucho paso, con demasiado calor y olores. Si aún así, no encontramos en casa el lugar ideal, no pasa nada: el armario climático o vinoteca será nuestro mejor aliado. 

...

Si lo vais a consumir en breve, puedes guardar las botellas de pie; pero, en caso contrario, deben estar tumbadas, para que el vino esté en contacto constante con el corcho. Si se trata de vinos espumosos, siempre de pie.

...

No caigamos en la rutina de tener una bodega “monotemática”, sorprendamos a nuestros invitados en cada ocasión con un vino distinto y aventurémonos a descubrir nuevas sensaciones. Con el gran abanico de posibilidades que nos ofrece la bodega de Consum, no será difícil encontrarlos, sino decidirnos.

Para empezar a conocer y disfrutar de los vinos, podríamos disponer de los siguientes:

UN BLANCO AFRUTADO

elaborado con gewürztraminer, verdejo, albariño, muscat, etc., para aquellos que pidan un vino afrutado, fácil, fresco y goloso.

UN BLANCO MÁS SECO,

a base de chardonnay, godello o macabeo, o incluso un blanco con barrica para quienes prefieran un vino blanco más “serio”.

UN ROSADO

de garnacha o de cabernet, será un buen compañero para las comidas frescas y suaves.

UN TINTO DE TORO,

si buscamos un vino con cuerpo, potente y sabroso.

UN RIBERA DEL DUERO

si preferimos un tinto elegante y aterciopelado.

UVA MENCÍA DEL BIERZO,

para sorprender con un vino moderno con aromas a violetas y frutos negros, que nos da la variedad mencía, característica de estas tierras.

UVA GARNACHA DE CAMPO DE BORJA,

si apuestas por un vino potente pero afrutado.

Y siempre hay que tener algún vino autóctono. En la bodega de tu tienda Consum encontrarás una gran variedad de vinos del terreno.

...

El vino es un alimento vivo y, como tal, tiene una vida o fecha de consumo. Como directrices generales, podemos guiarnos por lo siguiente:

  • Los blancos jóvenes debemos consumirlos el mismo año o, como mucho, un año después.
  • Los tintos jóvenes, tienen una vida de unos 2 años.
  • Los de roble, entre 3 y 4 años.
  • Un crianza, entre 6 y 7 años.
  • Un reserva dura entre 10 y 12 años.
  • Y un gran reserva, 14 o más.

Vinos DESTACADOS