Museos del vino

Eva Pizarro

Sumiller en restaurante Fierro y formadora en Tandem Gastronómico.

Durante dos años pude disfrutar, desde la ventana de mi habitación, de una de las vistas más bonitas que podía soñar. Desde mi casa de Briones, en laRioja, veía cada día, alzarse el museo Vivanco de la Cultura del Vino, de la Bodega Dinastía Vivanco. Seguramente uno delos museos más importantes dedicados al vino.

“Considerado como uno de los mejores del mundo, nace con el objetivo de educar, divulgar e interactuar con el vino como elemento civilizador. Y todo realizado desde la experiencia, sensibilidad, respeto e innovación. El Museo ocupa una superficie de 4.000 m2, que incluyen 5 salas de exposición permanente, una sala de exposiciones temporales y, en el exterior, el Jardín de Baco, una colección de vides que cuenta con más de 220 variedades de todo el mundo.” (lariojaturismo.com)

Pasear entre obras de Picasso, Chillida, Sorolla, contemplar una jarra de bronce para vino con más de 5.000años de antigüedad, descubrir las enfermedades de la vid o las tradiciones desde época de los romanos, pasando por la etapa de los monasterios hasta llegar a la actualidad, aquí es un lujo al alcance de cualquiera.

Hace poco pude conocer el proyecto de Bodegas FyA by Carlos Bujanda Piérola, se localiza en Navarrete, también en La Rioja, un pueblo con larga tradición vinícola y alfarera, que ha sido declarado por su interés histórico y monumental, "Conjunto Histórico-Artístico”.

Una bodega que, recuperando la tradición alfarera del lugar, reúne piezas históricas de cerámica relacionadas con el vino, dotándolas de un espacio y unas instalaciones de ensueño. Una gran oportunidad para acercarse al mundo del vino de forma muy didáctica y, cómo no, disfrutar de unos días de relax en la Rioja en su bonito hotel.

En nuestro país tenemos cantidad de museos dedicados a lo que nos trae aquí, el vino, y desde la web de la asociación de museos del vino, www.museosdelvino.es, nos ofrecen información detalladade todos ellos para poder organizar la visita perfecta. Y es que adentrarse en un museo es viajar a épocas lejanas, descubrir la historia e incluso atisbar el futuro.

Aún no aparece entre los museos dela asociación, porque abrió sus puertas recientemente, pero Roberto Amillo –uno de los mayores coleccionistas de vinos y brandis de Jerez en España– se unió a las bodegas riojanas Altanza y abrió en la localidad jerezana una galería expositiva que presume de ser «la más grande del mundo dedicada a estos generosos»: La Galería del Jerez.Sin duda, un lugar de peregrinaje para los amantes del Jerez, que además encontrarán el mayor casco urbano con bodegas en funcionamiento.

Peñafiel, Requena, Cacabelos, Cambados, Haro… no hay ciudad o pueblo vinculado al vino que no haya querido recoger su historia y dedicar un museo a sus vinos.

Más allá de nuestras fronteras, encontramos grandiosos ejemplares, y es que la Ciudad del Vino de Burdeos, inaugurada en el año 2016, cuenta con20 áreas temáticas distribuidas por más de 13.300metros cuadrados. Este enorme complejo, que supera los 50 metros de altura, ofrece la posibilidad de conocer la evolución de la producción de vino a través de distintas épocas. Además, dispone de numerosas salas y de un gran auditorio para conferencias y eventos. Su estructura con la forma de un gigante decantador lo ha convertido, desde su nacimiento, en un auténtico icono urbano de la ciudad de Burdeos y referencia turística de la ciudad.

El museo del Vino de París, situado muy cerca de la emblemática Torre Eiffel, presenta unas espectaculares cuevas abovedadas, con un marcado estilo renacentista. Cuenta con su propio restaurante, con los mejores manjares de la gastronomía francesa y una carta de vinos de más de 200 referencias.

El museo del Vino de Barolo en ItaliaWiMu, y el museo del vino de Oporto en Portugal, son solo algunos ejemplos de todo lo que podemos encontrar.


No olvides en tu próximo viaje visitar alguno de estos museos porque, ya sabes, disfrutar del vino va más allá de abrir una botella.