Sidras

Eva Pizarro

Sumiller en restaurante Fierro y formadora en Tandem Gastronómico.

No solo de vino vive el hombre, y es que, aparte de fermentar uvas para obtener vino, desde tiempos ancestrales se han fermentado todo tipo de frutas para obtener bebidas alcohólicas. Entre ellas, manzanas, dando origen a las sidras, pero vamos a conocer un poco más de ellas.

Hace unos meses tuve la oportunidad de visitar Sidra El Gaitero de la mano de Tano Collada, enólogo de este histórico llagar (lagar) erigido en 1898, y aprendí un montón de cosas:

¿qué es la sidra?

La sidra es una bebida de baja graduación, entre 3 y 8 grados, sabemos que ya era conocida por hebreos y egipcios, y en el siglo III ya hay constancia de la producción de vino de peras y manzanas por parte de los romanos y griegos, quienes consumían un vino procedente de la manzana, al que denominaban 'sikera' en griego y 'sicera' en latín.

En nuestro país se atestigua en escritos desde la Edad Media en las regiones de Cantabria y Asturias.

Se parte de una selección de distintas variedades de manzanas que otorgan el sabor característico a cada variedad de sidra y que se recolectan en su punto óptimo de maduración; estas se trituran en molinos específicos para ello.

Posteriormente se fermentan, con levaduras específicas para ello, trasformando los azúcares presentes en la fruta en alcohol.

tipos de sidra

> Sidra naturalEl proceso de cultivo de manzano de sidra hasta su embotellado se desarrolla de manera natural, es decir, no se le añaden azúcares ni ningún tipo de gasificación. Solo tiene un inconveniente, y es que hay que consumirla pronto, si no se degradan sus sabores y aromas.

> Sidra achampañada o gasificada: es el resultado de someter al zumo de manzana ya fermentado (sidra) a una segunda fermentación en botella, como ocurre con los vinos espumosos elaborados por el método tradicional. Esto genera un gas que queda en la botella originando las típicas burbujas.

> Sidra de hielo: Quizás sea de las sidras menos conocidas, pero de las más demandadas y exquisitas, con una graduación que puede llegar hasta los 12º. Esta surge en Canadá, donde la temperatura facilita la fermentación alcohólica de manzanas congeladas y prensadas, además provoca la concentración de azúcar, resultando una deliciosa combinación de dulzor y acidez.

> Sidra de mesa o nueva expresión:  producto de una de las más de 75 variedades de manzanas con las que se elaboran las sidras. Son sidras filtradas, por lo que no necesitan escanciado, siendo ideales para poder trabajarlas en restaurantes como si de una botella de vino se tratase.

> Sidra aromatizada: engloba aquellas sidras que son resultado de un proceso de fermentación de mosto natural de manzana y que, a diferencia de la natural, sí suele llevar azúcares añadidos y pueden ser aromatizadas con diferentes ingredientes.

Sidra se produce en todo el arco Atlántico, desde Francia y Gran Bretaña como los más grandes productores y consumidores, a todo el norte de España, País Vasco y Asturias sobre todo, aunque también Cantabria y Galicia.

La sidra francesa se elabora con manzanas y peras. Es una sidra más dulce y, aunque también producen sidra natural, la más conocida es la sidra espumosa.

Desde Europa, la sidra viajó al continente americano y en Estados Unidos hay también una importante tradición sidrera, obviamente de origen anglosajón. Fruto de esta tradición, los estadounidenses tienen los mismos tipos de sidra que los británicos. En Latinoamérica fueron los emigrantes españoles de principios del siglo XX los que llevaron consigo el gusto por la sidra. En Argentina, por ejemplo, es costumbre beber sidra durante las fiestas navideñas, acompañada con pan dulce

de origen italiano o panettone. Y es que el consumo de sidra se vincula en Iberoamérica a los brindis: es una bebida reservada a las principales fiestas, fundamentalmente a la Navidad.

En Asturias la sidra debe servirse escanciada, o lo que es lo mismo, verterla al vaso tras elevar la botella por encima de la cabeza, para que aflore el carbónico. Asimismo, se debe tomar rápidamente, de un único trago, y el sobrante se debe tirar al suelo, un gesto que simboliza devolver a la tierra parte de lo que esta ha ofrecido.

Las sidras están protegidas por la Denominación de Origen, quien garantiza su origen y calidad. Pruébalas como aperitivo, como alternativa a la cerveza, o escoge una dulce para tus postres, magia asegurada.