Vinos semidulces

Eva Pizarro

Sumiller en restaurante Fierro y formadora en Tandem Gastronómico.

Los vinos semidulces han ganado popularidad, sobre todo entre la gente joven y aquellos que se inician en el mundo del vino, y es que los vinos semidulces conquistan a la primera.

Si algo caracteriza a estos vinos es su amabilidad, son vinos muy aromáticos, ya que normalmente se utilizan uvas muy terpénicas y que alcanzan cierta madurez sin problemas. Muchas de ellas nacen en el Mediterráneo, bañadas por la luz, con largas horas de sol y temperaturas cálidas: Moscatel, Malvasía, Viura, Palomino o Riesling son buena muestra de ellas.

¿Cómo conseguimos un vino semidulce?

Para obtener un vino semidulce, no solo es necesaria esa madurez, sino que debemos mantener azúcares en el vino resultante. ¿Cómo lo conseguimos? Ya hemos visto en anteriores artículos cómo la fermentación es la responsable de trasformar los azúcares y otros componentes en alcohol. Si la fermentación se lleva a cabo hasta el final obtendremos un vino seco, pero si la interrumpimos antes el resultado final será la gama que nos lleve hasta los vinos dulces:

  • Los vinos dulces presentarían un contenido de azúcares residuales superior a 45 g. por litro
  • Los semidulces serían aquellos vinos con un contenido de azúcares superior a 12 g. por litro y hasta 45 g. por litro
  • Los vinos semisecos tendrían un nivel de azúcares residuales de entre 5 y 12 g. por litro

Por último, encontramos los vinos secos, que serían aquellos vinos con concentraciones de azúcares inferiores a 5 g. por cada litro de vino.

Recordemos que el azúcar restante siempre ha de ser proveniente de la uva, de sus niveles de madurez, nunca añadido, en ese caso hablaríamos de otra clasificación dentro de los vinos especiales.

¿CUÁLES SON SUS CARACTERÍSTICAS?

Sus características en cuanto a aromas y sabores van a ser muy diferentes tal y como hemos avanzado. Serán vinos muy fragantes con aroma a orejones, fruta en almíbar, fruta de hueso, flores amarillas... En boca se mostrarán amables, sin una excesiva acidez, y un dulzor que no llega a ser empalagoso.

Estas características los hacen ideales para tomar como aperitivo, con ensaladas y verduras o con productos del mar, como pescados y mariscos. Pero vamos más allá, su combinación con quesos e incluso foie son mágicas y los postres con frutas son compañeros de viaje imprescindibles.

En la bodega de Consum encontrarás tu vino ideal para cada ocasión, y si esta es la de un vino semidulce, Tierras Blancas o Maestrante serán la elección perfecta. Los paladares atrevidos no pueden dejar de probar nuestros vinos semidulces con sushi o con comida picante.