QUE NO TE LA DEN CON QUESO

¿Es el vino tinto el mejor compañero del queso? Pue seguro que el Lazarillo de Tormes te diría que sí, porque cuando le daba a probar a sus posibles compradores ese vino avinagrado que vendía, bien sabía que si lo acompañaba de un buen trozo de queso fuerte, el vino lo vendería con mayor facilidad.

Y es que “el queso hace bueno cualquier vino”, porque aparte de desprender un fuerte aroma que permite disimular los posibles defectos olfativos del vino, en boca actúa saturando nuestras papilas gustativas, y ello provoca que al intentar saborear un vino tinto, el cual tiene taninos, también actúe cerrando las papilas gustativas con la consecuencia que apenas notamos sabores.

Entonces, ¿no podemos tomar vino con los quesos? Claro que sí, pero lo que tenemos que buscar son vinos con acidez y con frescura. Es decir, vinos blancos, rosados o tintos jóvenes que en vez de saturar nuestras papilas, lo que hagan sea estimularlas, limpiarlas y hacernos salivar. Estos vinos nos van a “limpiar la boca” haciendo que podamos degustar cada bocado del queso como la primera vez.

Y si os apetece comprobarlo por vosotros mismos, coged un queso, mejor muy curado, y probadlo con una copa de vino tinto con bastante tiempo en barrica y con un vino blanco joven y fresco. ¡Veréis cómo notáis la diferencia!